HONDURAS Y LOS DINOSAURIOS: CERCA DE OLANCHITO PODRÍA ENCONTRARSE UNO DE LOS RESTOS FÓSILES MÁS IMPORTANTES DE CENTRO AMÉRICA.

Por: Leonel Zúniga

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Publicado:  4 de septiembre 2015
Actualizado:  20 de Octubre de  2017

(Vea las fotografías de la Visita del CEITICB  al sitio de colecta de fósiles de Cicadáceas en San Juancito, Diciembre 2016)

(Vea las fotografías de la Visita del CEITICB a la zona de colecta del único Fósil de Dinosaurio de Centro América, febrero 2016)

 

El tema de los dinosaurios es definitivamente fascinante. El tamaño que algunos dinosaurios llegaron a tener es impresionante. Por ejemplo, se estima que el saurópodo titanosaurio  Dreadnoughtus schrani 1, medía unos 26 metros de largo y podría pesar alrededor de 60 toneladas métricas. Sin embargo, Centro América ha estado relativamente desvinculada del tema de los fósiles de dinosaurios porque en base a un conjunto de teorías se ha asumido que para la época de los dinosaurios terrestres, el istmo centroamericano no existía, y la superficie actualmente emergida estaba bajo agua.

 Recientemente se ha divulgado en Honduras un descubrimiento de muy poca difusión en Centro América. Se trata de un hueso fósil de un dinosaurio terrestre descubierto en 1971 en la parte central de Honduras. Fue descubierto por  Bruce Simonson, mientras participaba en un proyecto de mapeo geológico en Honduras junto a Gregory S. Horne. El hueso fósil fue encontrado en el departamento de Comayagua, unos 10 km al suroeste de Esquías y a unos 6 km de San Luis, en la carretera antigua entre San Luis y Rancho Grande (Vea fotografías recientes del área). El municipio de Esquías ha sido famoso en Honduras porque en sus cercanías se encuentran abundantes fósiles de organismos marinos.

 El espécimen fue llevado a EEUU y depositado en el Museo Nacional de Historia Natural en Washington donde fue inicialmente identificado por Nicholas Hotton como el fémur derecho de un pequeño hadrosaurio3. También fue identificado como un hueso de ornitópodo por John Ostrom entonces profesor de geología de la Universidad de Yale2  Es el único hueso de dinosaurio registrado para Centro América, pero en ese entonces su importancia no fue inmediatamente reconocida por el autor  3.

La primera publicación científica que reporta el hallazgo de este hueso fue en 1974 en el artículo Estratigrafía, sedimentología y paleoambiente de la Formación de Esquías de Honduras, del Boletín de la Asociación Americana de Geólogos de Petróleo, del cual Gregory Horne es uno de los autores. Posteriormente, en 1994,  Gregory Horne escribió otro artículo centrado específicamente en este hueso fósil 3.

Actualmente se puede consultar por Internet la base de datos del Museo Nacional de Historia Natural de EEUU, y observar fotografías del hueso fósil a todo color.  (Ingresar a la página: http://collections.nmnh.si.edu/search/paleo/ ; hacer clic en la pestaña  search by field; y luego en la pestaña Location; y en el campo de país (country) seleccionar Honduras. Despues de hacer clic en Search, en el listado que aparece se debe acceder a la página dos. El número de catálogo es USNM PAL 181339). 

Aunque hay otros documentos que citan este registro fósil 4,5,  quién trae nuevamente a la discusión pública en Centro América este importante hallazgo es el artículo publicado recientemente por Spencer G. Lucas :  Paleontología de vertebrados en América Central: 30 años de progreso.

Lo anterior nos motivó a hacer una pausa en nuestras actividades, y hacer una búsqueda por Internet  de algún otro reporte de dinosaurio en Honduras. Nuestra sorpresa después de algunas horas de búsqueda digital fue encontrar una noticia  de 1933 en el periódico más antiguo de Montreal, (Quebec, Canadá), la Gazeta de Montreal (Montreal Gazette), que gracias al servicio de Google de periódicos digitalizados (Google News), permitió confirmar un reporte adicional de un probable  hueso fósil de dinosaurio encontrado en Honduras. La noticia del 23 de agosto de 1933  comentó el descubrimiento del que sería en ese entonces el primer fósil de dinosaurio descubierto en Centro América.

El reporte mencionó que el fósil había sido descubierto en los bosques cerca de la ciudad de Olanchito, por un explorador llamado Gregory Mason, asociado al Museo de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos. Inmediatamente, y con el deseo de confirmar la veracidad de la noticia decidimos contactar al Museo de la Universidad de Pensilvania. Al poco tiempo recibimos un correo electrónico mediante el cual el Museo de la Universidad de Pensilvania nos brindó información procedente de sus archivos institucionales con más detalles  sobre el descubrimiento, y una fotografía del hueso (Fig. 1).

 

 dinosaur fossil Honduras1

Figura 1.Fotografía del explorador Gregory Mason con el hueso fósil (en su mano derecha), encontrado cerca de la ciudad de Olanchito, y algunos objetos arqueológicos  encontrados  en su viaje exploratorio por Honduras en 1933, noticia en el periódico New Orleans Daily States del 22 de agosto de 1933. (Cortesía de Penn Museum).

 

La información recibida incluía recortes digitalizados del periódico New Orleans States, con fecha del 22 de Agosto de 1933 (fig.4,5,6), con el título: Primer Dinosaurio encontrado en América Central. La noticia fue cubierta por el periodista MEIGS O. FROST. Se trata de  un hueso fósil (aparentemente un metatarso de las extremidades posteriores de un dinosaurio -vea artículo comparativo) de 22 libras de peso, 12 pulgadas de alto, 10 pulgadas de ancho en el extremo inferior y 5 pulgadas de ancho en el extremo superior, con evidencias de encaje articular. En efecto, descubierto por el explorador, arqueólogo y escritor Gregory Mason asociado al Museo de la Universidad de Pensilvania, quien también encontró en la misma expedición varias piezas de valor arqueológico. De acuerdo a la noticia, el hueso pertenecería a la pata de un dinosaurio probablemente de unos 10 a 15 metros de altura.

 

 dinosaur fossil Honduras2

 Figura 2. Periódico New Orleans Daily States del 22 de agosto de 1933. (Cortesía de Penn Museum)

 

Gregory Mason se desplazó desde New Orleans a Honduras en una exploración arqueológica del Museo de la Universidad de Pensilvania, y visitó la Ciudad de Olanchito, a petición del Museo Americano de Historia Natural, en base a información brindada por Paul Vance, ingeniero y explorador de la empresa Standart Fruit Company. Vance había comentado haber visto una vértebra gigante fosilizada  en Olanchito, en la casa de un lugareño llamado Terencio Reyes. La vertebra pertenecía de acuerdo a testimonios locales a “el Abuelo de las iguanas” un esqueleto gigante revelado por un deslizamiento de tierra cerca de un brazo del río Aguán. Esta información también fue publicada en The Washington Post del 23 de agosto de 1933, The Baltimore Sun del 23 de agosto de 1933 y en The Plattsmouth Journal del 21 de Agosto de 1933. También existen reportes vinculados a esta información en otros periódicos de Estados Unidos, como The Brooklyn Daily Eagle del 24 de julio de 1933, New York Times del 25 de julio de 1933 (Enlace 2), The Niagara Fall Gazette del 4 de agosto de 1933  (NY), Reno Gazette-Journal del 24 de julio de 1933 (NV), The Clifton advocate del  7 de diciembre de 1933 (IL),  Reading Eagle  del 4 de Agosto de 1933 (PA), The Woodville Republican  del 30 de Diciembre 1933 (MS), Spokane Daily Chronicle del 23 Agosto de  1933 (WA), The Norwalk Hour del  24 Agosto de 1933The Hartford Courant  del 24 de Agosto de 1933 (CT), Harrisburg Telegraph del 23 de Agosto de 1933 (PA), The Monroe News-Star del 23 de Agosto de 1933 (LA), Miami Daily News-Record del 23 de Agosto de 1933 (FL), Record Journal of Douglas del 1 de Diciembre de 1933 (CO); y en el periódico irlandés The Irish Times del 29 de Agosto de 1933.

Mason se desplazó a unas 26 millas (41 kilómetros) de la ciudad de Olanchito, a la casa de Terencio Reyes (muy probablemente en sus tierras de cultivo) . Lamentablemente a su llegada, Mason no encontró la vértebra en el sitio indicado, ya que había desaparecido durante una revuelta en la ciudad. Al no encontrar la vértebra,  Mason se desplazó al sitio señalado como fuente del fósil, a unas 52 millas en medio del bosque (probablemente en el rio Yaguala o Mangulile, el afluente mas distante del río Aguan,  entre Mangulile y Salamá, a unas 55 millas lineales de las Cuevas de Tálgua) , donde a su llegada un nuevo deslizamiento había cubierto totalmente el área impidiendo confirmar la presencia de más huesos fósiles. Sin embargo, en su recorrido en la zona encontró sobre un montículo el hueso fósil que finalmente llevó como evidencia a Estados Unidos.

dinosaur fossil Honduras3

Rio Yaguala, afluente del rio Aguan, Olanchito.

A su retorno, Gregory Mason, de acuerdo a lo publicado por New Orleans Daily States del 22 de agosto de 1933, entregaría los objetos arqueológicos al Museo de la Universidad de Pensilvania (uno de ellos se puede observar en la colección en linea de PennMuseum) y enviaría el fósil  al Museo Americano de Historia Natural recomendando una nueva expedición. También los periódicos The Washington Post, The Baltimore Sun,The Norwalk Hour, Harrisburg Telegraph , The Monroe News-Star, The Hartford Courant, y el  Miami Daily News-Record mencionaron que el fósil sería presentado al Museo Americano de Historia Natural, siendo en ese entonces su director Henry Fairfield Osborn.

Al hacer una búsqueda de mas información sobre Gregory Mason , es claro que a la fecha del descubrimiento (1933)  Mason tenía ya una larga carrera como investigador y explorador en Centro América, y un evidente vínculo con algunos de los museos más importantes de Estados Unidos como el Museo de la Universidad de Pensilvania, el Museo Americano de Historia Natural,  y el Museo Peabody de la Universidad de Harvard. Una de las exploraciones más importantes de Mason la realizó junto a Herbert J. Spinden del Museo Peabody de la Universidad de Harvard en el año 1926 en la península de Yucatán, a la que se le llamó la Expedición Mason-Spinden. Gregory Mason escribió en 1940  el  libro "South of the yesterday" , donde narra particularidades de algunas de sus exploraciones en América. En las páginas 133-135  de su libro, Mason  comenta el  hallazgo de huesos  fósiles de megaterio (mamífero extinto) en Trinidad, departamento de Santa Bárbara, Honduras; durante una expedición realizada en 1932 para el  Museo del Indio Americano de New York . Aquí menciona que estos fósiles se los mostró  meses después y personalmente  a Childs Frick y  Barnum Brown Curador del Museo Americano de Historia Natural. 

Con la información recopilada al inicio de esta investigación, decidimos contactar al Museo Americano de Historia Natural. A través del intercambio de correos electrónicos el Museo Americano de Historia Natural confirmó la presencia en su base de datos de fósiles colectados por Gregory Mason, pero también aclaró que el hueso fósil presentado por Mason en New Orleans en agosto de 1933 no se encuentra en su base de datos. Por lo anterior  podemos concluir, hasta el momento de la actualización de este artículo, que después de la presentación de Mason en agosto de 1933 en New Orleans, el destino final del fósil es indeterminado.

Si se llegara a confirmar mayor existencia de fósiles de dinosaurios en Honduras, no cabe duda que aumentaran más las preguntas sobre la idea que se tiene respecto a la formación del Istmo centroamericano. El descubrimiento de fósiles de camello  en Panamá y un reciente estudio publicado en la revista Science, han aumentado más  la controversia sobre este importante tema.

MAPA DEL POSIBLE SITIO ASOCIADO A "EL ABUELO DE LAS IGUANAS".

 

CONTEXTO DE LA NOTICIA

 Era el año  de 1933. Se desarrollaba en Estados Unidos el Congreso Internacional de Geología. Este tuvo lugar del 22 al 29 de Julio, en el edificio de Cámara de Comercio en Washington D.C..  Era el mayor evento internacional sobre la geología. Habían pasado 42 años desde el  último congreso realizado en esta ciudad.  En el evento participaron  665 personas, la mayoría de Estados Unidos y representantes de 34 países. Participaban en este evento Arthur Smith Woodward,  Pierre Teilhard de Chardin Y Henry Fairfield Osborn .  El discurso de bienvenida a tan importante evento había sido otorgada a Henry Fairfield Osborn, director del Museo Americano de Historia Natural de New York. Para entonces, no se había descubierto el fraude del Hombre de Piltdown, en el que estaban vinculados  Arthur Smith Woodward del Museo de Historia Natural de Londres y  Pierre Teilhard de Chardin. En América, el Hombre de Piltdown había recibido el respaldo académico de Henry Fairfield Osborn, después de una visita personal al Museo de Historia Natural de Londres. Osborn escribió en 1927 el libro "El Hombre se levanta hacia el Parnaso" donde dejaba constar su apoyo al Hombre de Piltdown.

Aun sin terminar el evento, una noticia debió sacudir a los participantes. El 24 de Julio se anunciaba en Estados Unidos que un explorador llamado Gregory Mason había llegado a New Orleans preparándose para  realizar un viaje exploratorio a Honduras, en busca de confirmar reportes de huesos humanos más grandes de lo normal.  Evidentemente, era un desafío académico a las discusiones sobre el origen de la humanidad desarrolladas a lo interno de Congreso Internacional de Geología en Washington. Para algunos miembros de la comunidad científica de Estados Unidos no era un secreto la información comentada por Paul Vance, un ingeniero de Luisiana  que había trabajado durante años  en Honduras para la empresa Standart Fruit Company. Vance, había comentado en EEUU la presencia en Honduras  de huesos humanos más grandes  de lo normal en una cueva  de Santa Bárbara, así como la presencia de un esqueleto fósil de dinosaurio cerca de la ciudad de Olanchito.

 

EL REVUELO EN CÍRCULOS ACADÉMICOS NORTEAMERICANOS, EL GRAN INTERÉS DEL DIRECTOR DE AMNH Y UN FÓSIL QUE HABRÍA CAMBIADO LA HISTORIA
Algo que resalta de las noticias relacionadas a la expedición de Mason en 1933, es el gran interés de Henry Osborn, director del Museo Americano de Historia Natural en New York, en la confirmación del reporte de Vance sobre el "Abuelo de las Iguanas" en Honduras. La idea de una América Central inexistente para la época de los dinosaurios llevaba varias décadas de discusión, y se sustentaba en gran medida en las conclusiones de Henry Osborn presentadas en su libro: "La Era de los Mamíferos en Europa, Asia y Norteamérica", publicado en el año de 1910. Este libró fue muy influyente en los científicos de Norteamérica y Europa en la percepción de la formación geológica de América central. Para hacernos una idea de la influencia de este libro en la época, basta con leer la revisión que del mismo hiciera el paleontólogo norteamericano Samuel Wendell Williston, publicado en la revista Science  del  17 Febrero de 1911

En la página 81 de su libro, Osborn describe la idea de la aparición del istmo centroamericano, fuera del contexto de los dinosaurios:

Estas conclusiones sobre el conjunto dejan la pregunta del período de la conexión entre el Norte y Sur América enteramente abierta, sin embargo este periodo parece estar muy firmemente consolidado a partir de la Edad del Plioceno a través del abrumador testimonio del intercambio de los grandes mamíferos terrestres entre el Norte y el Sur América en ese momento

Un fósil de dinosaurio terrestre en Centroamérica, no solo habría implicado revisar la idea del intercambio biológico entre América del norte y América del Sur, sino también los fundamentos de la distribución geográfica de los animales en América. El mismo William Berryman Scott, reconocido paleontólogo de vertebrados, y amigo cercano de Henry Osborn,  expresó en su artículo “El Istmo de Panamá en su relación con la vida animal de Norte  y Sur América “ de la revista Science (enero de 1916) lo siguiente: 

“..a menos que la teoría de la evolución pudiera  ofrecer una solución racional y satisfactoria de estos problemas de la distribución, los fundamentos de la teoría serían enormemente debilitados.

 En 1928, William Berryman Scott, junto a otros autores como Arthur Smith Woodward publicaron el libro: “Creation by evolution; a consensus of present-day knowledge as set forth by leading authorities in non-technical language that all may understand”, del que Henry Osborn escribió el prefacio. En este libro se afirma indirectamente que Centroamérica surge del fondo del mar después de la extinción de los dinosaurios.

“Ahora volvamos en el tiempo, en el medio del periodo Terciario, en la época del Mioceno, cuando Norte y Sur América no estaban conectados, un hecho demostrado por el registro geológico de América Central y del Istmo de Panamá.”

Cerca del  medio o tal vez en la parte final de la época del Mioceno del período Terciario, América Central y el istmo de Panamá se elevan por encima del mar, y Norte y Sur América fueron de este modo conectados.”

También resalta en las noticias  el revuelo que causó en los círculos académicos de Estados Unidos el reporte del ingeniero Paul L. Vance de fósiles de dinosaurio en Centro América. Washington D.C. había sido la sede del 16to Congreso Internacional de Geología, al que también asistió el geólogo  Alexander du Toit. La teoría de la Deriva Continental propuesta por Alfred Wegener  continuaba en medio del debate.

El 6 de Enero de 1912, Alfred Wegener Meteorólogo y Geofisico Alemán, presentó las bases de su teoría de la "Deriva Continental" en la Reunión General de la Asociación Geológica, en Francfurt, Alemania. Parte de su teoría la fundamentó en las conclusiones de Osborn sobre la formación geológica de Centroamérica y la conexión de    América del Norte con América del Sur.

 Wegener expresó en 1912:

 "Otra interesante relación ocurre entre Norte y Sudamérica. Como Osborn pensó por primera vez, y fue desarrollado posteriormente por Scharff, una conexión sin restricciones entre estos dos continentes llegó a existir hasta el inicio del periodo terciario"

 Du Toit había presentado en 1929 en el 15avo Congreso Internacional de Geología desarrollado en Sudáfrica, la bases de su teoría de la unión de los continentes en el pasado.  Du toit presentó en  el congreso de 1933 más información en  sustento de su teoría.  Bailey Willis, un famoso y reconocido geólogo norteamericano había publicado en 1929 su artículo "Continental génesis" en el que proponía una hipótesis para el  origen y crecimiento de los continentes.  Posteriormente Willis publica en 1932 su artículo “Isthmian Links” que agregaba más debate a la discusión en contra de la teoría de la Deriva Continental, al proponer que los continentes habían estado intermitentemente conectados por enlaces ístmicos, como el Istmo de Panamá actualmente. En este artículo, Willis hace un énfasis en el estudio batimétrico del caribe, diferentes estudios geológicos de América Insular y América Central y en cuanto a Honduras hace referencia al artículo de 1923 de Arthur Redfield "The Petroleum Possibilities of Honduras". Finalmente Willis publica en 1944 el artículo “Continental drift, ein Maerchen” en el que expresa que “las leyes de la mecánica y la dinámica hacen imposible una "deriva continental”.

En el artículo “The Petroleum Possibilities of Honduras” Redfield comenta sobre reportes relacionados con la cuenca hidrográfica del rio Aguan:

“Filtraciones de petróleo son reportadas   en Guare, 66 millas al sur de Puerto Cortés, en las montañas Guare, a 21 millas al norte de Comayagua, una caliza bituminosa presumiblemente Neocomiana (Edad del Cretácico Inferior). El afloramiento rocoso conteniendo petróleo por dos millas en un barranco. Contiene numerosos pequeños depósitos de petróleo de base de parafina. “

“Otras indicaciones se dice que ocurren a lo largo de Río Aguán y varios puntos no especificados en la llanura costera del Caribe. Filtraciones de gas también se han reportado, y se dice que una escoria de petróleo es visible en la línea de surf... …Estas ocurrencias no han sido autenticadas.”

 Resalta también dentro del contexto    del reporte de Honduras de 1933, que un año antes (1932), el paleontólogo norteamericano Charles Schuchert, había resaltado en su artículo “Gondwana Land Bridges” la importancia de la presencia o ausencia de fósiles de dinosaurio en los puentes de tierra, colocando al Istmo de Panamá (parte de Centroamérica) como ejemplo de potencial intercambio biológico:

 "El escritor, de hecho, no conoce de dinosaurios del Jurásico o del Cretácico que hayan utilizado este puente, aunque los grandes animales pueden propagarse por ambos lados sobre un vínculo ístmico, como se atestigua por el abundante intercambio a través de Panamá durante el Plioceno, cuando los mamíferos del tamaño de elefantes, caballos y camellos se diseminaron en sur América y grandes perezosos vagaban por América del Norte. En consecuencia, un istmo con una superficie de tierra seca de 100 millas de ancho, más o menos, es lo suficientemente amplia para permitir el intercambio intercontinental de plantas y animales".

Un aspecto importante de la Teoría de la Deriva Continental es el fechado de la formación geológica de Centroamérica y por ende  la conexión de Norteamérica con Sur américa y su efecto en la biogeografía. Bajo este contexto, la confirmación de  Fósiles de Dinosaurio en Centroamérica habría creado un importante problema teórico difícil  de resolver.     

 El propio Gregory Mason resaltó en 1933 la importancia de este descubrimiento : “la formación,… … indicaría que los esqueletos fosilizados pueden sacudir y romperían muchas teorías científicas  de hoy por lo que se descubriría allí”. Como lo expresó Meigs O. Frost en base a su entrevista a Gregory Mason : “el descubrimiento, si es  autenticado, significaría revisar muchos conceptos científicos” .

 

EVIDENCIAS INTERNAS DEL TEXTO

Paul L. Vance, era un ingeniero civil dedicado a la construcción de ferrocarriles, residente en New Orleans, originario de Illinois, y se registró en el censo realizado en EEUU en el año de 1940. (Paul L. Vance en el Censo de Estados Unidos de 1940, New Verda, Grant County, Lousiana, SD No.8, ED No.22-11, hoja 10b ). Viajó entre New Orleans y La Ceiba Honduras, al menos los años 1921, 1925, 1926, 1932 y 1933.

Terencio T. Reyes, fue alcalde de Olanchito en los años de 1918, 1923, y 1929. Para 1936, Terencio T. Reyes era considerado una persona renombrada en Olanchito7. De acuerdo a testimonios orales, las tierras de Terencio T. Reyes para 1930 se encontraban entre las comunidades de Teguajal, la Jigua y Santa Cruz, cerca de Arenal.

dinosaur fossil Honduras3 1 

. Figura 3. Referencia de Terencio T. Reyes en el libro "Historia de San Jorge de Olanchito", escrito por Juan Ramón Funez, 1995.

 

Robert Hickish, (testigo ocular de la colecta del hueso fósil de Mason ) quién probablemente es quien reportó depósitos de manganeso en Honduras, mencionado en el GEOLOGICAL SURVEY BULLETIN 1034 de 1957. Robert Hickish, residente de New York EEUU para 1915 y residente en la ciudad de La Ceiba Honduras para 1933; era un inventor que llegó a ser autor de varias patentes registradas en Estados Unidos, en los años de 1915191619291930,1933

Meigs Oliver Frost, era un destacado periodista de Luisiana EEUU, quién también escribió la biografía del condecorado  Coronel de La Primera Guerra Mundial Frederick May Wise.

 

INFORMACIÓN ADICIONAL SOBRE DINOSAURIOS Y HONDURAS 

                  (16/12/2015) HONDURAS EL PRIMER PAÍS DE CENTROAMÉRICA DONDE SE REPORTÓ FLORA FÓSIL DE ECOSISTEMAS ASOCIADOS A DINOSAURIOS (1886).

En el año de 1886, Chas. M. Rolker, un Ingeniero norteamericano descubrió cerca de la Mina de San Juancito, Francisco Morazán, Honduras,  fósiles de plantas de la familia de las cicadáceas. Posteriormente en enero de 1888  Thomas. H. Leggett un ingeniero de minas  radicado en San Juancito , y gracias a gestiones de Rolker , descubre  más flora fósil en las cercanías. Los ejemplares, fueron enviados a Estados Unidos y fueron exhibidos en la reunión de la Academia de Ciencias de New York el 30 de enero de 1888, y descritas posteriormente por el paleobotánico John. S. NewBerry ese mismo año en Transactions of the New York Academy of Sciences y en  American Journal of Science . Algunos  de los ejemplares pueden ser vistos en el MUSEO PEABODY DE HISTORIA NATURAL  de la UNIVERSIDAD DE YALE. Esta información también fue comentada en el Boletin #85 de la USGS (United States Geological Survey) de 1892.

Especies Identificadas:

  1. Zamites (Pterophyllum) rolkeri Newberry, (Cycadophyta; Bennititopsida; Bennettitales)
  2. Zamites leggetti Newberry, (Cycadophyta; Bennititopsida; Bennettitales)
  3. Anomozamites elegans Newberry, (Cycadophyta; Bennititopsida; Bennettitales)
  4. Otozamites linguiformes Newberry, (Cycadophyta; Bennititopsida; Bennettitales)
  5. Pterophyllum propinquum? Goppert, (Cycadophyta; Bennititopsida; Bennettitales)
  6. Sphenozamites robustus Newberry, (Cycadophyta; Bennititopsida; Bennettitales)
  7. Sphenozamites? grandis, (Cycadophyta; Bennititopsida; Bennettitales)
  8. Dioonites carnallianus Goppert, (Cycadales)
  9. Dioonites longifolius  Emmons, (Cycadales)
  10. Nilssonia polymorpha , (Cycadophyta; Nilssoniales)
  11. Taeniopteris glossopteroides Newberry, (Cycadales)
  12. Encephalartos? denticulatus, (Cycadophyta; Zamiaceae)
  13. Noeggerathiopsis sp 

(Vea fotografías recientes del área)

Posteriormente, en el año de 1952, una exploración a San Juancito por el Instituto Panamericano De Geografía e Historia (México), colectó ejemplares fósiles de  una conífera extinta (Yuccites sp) y de un bivalvo extinto (Palaeoneilo sp ) en una área cercana a la reportada por Legget en 1888.

 

Ubicación Geográfica de San Juancito Francisco Morazán

 

New Orleans Daily States del 22 de agosto de 1933

dinosaur fossil Honduras4

Figura 4. Noticia en el periódico New Orleans Daily States del 22 de agosto de 1933. (Cortesía de Penn Museum)

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Figura 5. Noticia en el periódico New Orleans Daily States del 22 de agosto de 1933. (Cortesía de Penn Museum)

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Figura 6.Fotografía del hueso fósil, encontrado cerca de la ciudad de Olanchito, encontrado  en su viaje exploratorio por Honduras en 1933, noticia en el periódico New Orleans Daily States del 22 de agosto de 1933. (Cortesía de Penn Museum).

 

 

Bibliografía Citada

  1. Lacovara, Kenneth J., Matthew C. Lamanna, Lucio M. Ibiricu, Jason C. Poole, Elena R. Schroeter, Paul V. Ullmann, Kristyn K. Voegele et al. 2014. “A Gigantic, Exceptionally Complete Titanosaurian Sauropod Dinosaur from Southern Patagonia, Argentina.” Scientific Reports 4: 6196 EP -.
  2. Horne, Gregory S., M. G. Atwood, and Allen P. King. 1974. “Stratigraphy, Sedimentology, and Paleoenvironment of Esquias Formation of Honduras.” AAPG Bulletin 58 (2): 176–88.
  3. Horne, Gregory S. 1994. “A Mid-Cretaceous Ornithopod from Central Honduras.” Journal of Vertebrate Paleontology 14 (1): 147–50.
  4. Pasch, Anne D., and Kevin C. May. 1997. “First occurrence of a hadrosaur (Dinosauria) from the Matanuska Formation (Turonian) in the Talkeetna Mountains of south-central Alaska.” Short notes on Alaska geology 1997: 99–109.
  5. Tennant, Jonathan. 2013. “Osteology of a Near-Complete Skeleton of Tenontosaurus tilletti (Dinosauria: Ornithopoda) from the Cloverly Formation, Montana, USA.” arXiv preprint arXiv:1304.2616.
  6. Lucas, Spencer G. 2014. “Paleontología de vertebrados en América Central: 30 años de progreso.” Rev. Geol. Amér. Central. doi:10.15517/rgac.v0i0.16576.
  7. Funez, Juan R. 1995. Historia de San Jorge de Olanchito. Tegucigalpa: Editorial Universitaria UNAH.

 

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